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domingo, 3 de agosto de 2025

Esa luz de la consciencia





En el vasto tapiz de la conciencia, el pensamiento danza como un alétheia escurridizo, revelando y ocultando verdades con cada giro. No es una línea recta, sino una ciclogénesis de ideas: una espiral que se engendra a sí misma entre neblinas de duda y ráfagas de certeza.

Pensar no es acumular datos como un scripófilo colecciona boletos, sino decantar el caos interno con la sutileza de un lúcido onironauta, capaz de navegar los intersticios del ser sin naufragar. A menudo, confundimos pensar con rumiar, cuando en realidad el pensamiento auténtico es un taumaturgo silencioso, capaz de transformar una sensación muda en una epifanía resonante.

Nuestros pensamientos son palimpsestos mentales, donde cada nueva idea reescribe, pero no borra, las huellas de las anteriores. Son fugaces chiméricas, criaturas híbridas entre lo vivido y lo soñado, entre lo lógico y lo visceral.

Pensar, al final, es un acto de valentía: enfrentarse al abismo de lo incierto con la única linterna de la consciencia. Y en esa penumbra creadora, el pensamiento se revela como una forma de auroridad, una luz que no viene del sol, sino de una misma.


Propuesta de esta semana en DVArtist Friday Face OFF de Nicole Campanela 



Acuarela tonos pastel, juventud 


Unos años más tarde
 

En la vejez


viernes, 1 de agosto de 2025

Tertulia de amor


Bienvenidos a la Tertulia de Amor a la cual nuestra amiga Roselia nos invita.


"En esta noche en que la luna se alza como un farol de ensueño y los suspiros parecen danzar entre los árboles, les doy la bienvenida a esta nueva tertulia —un espacio tejido con palabras, emociones y silencios compartidos.

Aquí, bajo la luz plateada del sentimiento, nos reunimos almas sensibles a celebrar el amor en todas sus formas: etéreo, nostálgico, rebelde o sereno. Cada palabra escrita es como un latido del corazón; cada verso, una ofrenda íntima al arte de amar.

Prepárate para dejarte envolver por la magia de los afectos, donde el tiempo se diluye y solo permanece lo esencial: el latido sincero de quienes aún creen en la belleza de una caricia, de una mirada, de una historia.

Gracias por estar aquí. Que esta velada te inspire, te conmueva… y, sobre todo, te recuerde que el amor —cuando es verdadero— no necesita explicación, solo presencia."



En la umbría del bosque silente,

donde el albor se deshilacha en rocíos,

bailan dos ánimas en trance ferviente,

entre sortilegios y susurros tardíos.


Ella, vestida de lirios y espumas,

con su mirada de noctilucas serenas,

él, con porte de arcano y de brumas,

traza arabescos con manos ajenas.


La luna, oronda, los mira extasiada,

como un orbe de nácar, testigo sagrado,

mientras brota una lira encantada

del hálito puro del viento alado.


¡Oh, epifanía de un gesto secreto,

tertulia de amor en clave celeste!

Que el tiempo se aquiete, quede obsoleto,

y el verbo se cante donde el alma se reste.



miércoles, 30 de julio de 2025

Mujercitas


Autora Luisa May Alcott

Traductor Gloria Méndez Seijido

Editorial Penguin Clásicos 

Idioma Castellano

Número de páginas 760

Encuadernación, Tapa dura

Año de edición 2024

Colección Ediciones Conmemorativas

Peso 646 gr



Louisa May Alcott 
Primera edición de la novela 1868

Sinopsis 

La novela narra la vida de las cuatro hermanas March —Meg, Jo, Beth y Amy— que crecen en Nueva Inglaterra durante la Guerra Civil estadounidense. Junto a su madre, la cariñosa y sabia Marmee, enfrentan los desafíos de la pobreza, la ausencia de su padre (que está en el frente de guerra), y las expectativas sociales impuestas a las mujeres de su época.

Cada hermana tiene una personalidad distinta:

Meg es responsable y tradicional,

Jo es rebelde, soñadora y aspirante a escritora,

Beth es tímida y generosa,

Amy es ambiciosa y artística.

A lo largo de la historia, el lector presencia su crecimiento desde la adolescencia hasta la adultez, con sus alegrías, pérdidas, amores, frustraciones y triunfos. La obra destaca los valores familiares, la independencia femenina y la búsqueda de identidad.

Opinión 


Mujercitas es una novela entrañable y atemporal que retrata con sensibilidad la vida de las hermanas March: Meg, Jo, Beth y Amy. Ambientada en el siglo XIX, la historia no solo capta las costumbres y desafíos de la época, sino también los valores universales como la familia, la superación personal y el rol de la mujer en la sociedad.

Uno de los aspectos más notables de la novela es la profundidad emocional con la que Alcott dota a sus personajes, especialmente a Jo March, cuya lucha entre sus aspiraciones personales y las expectativas sociales la convierten en un personaje adelantado a su tiempo.

Un párrafo que refleja la esencia de Jo —y, en cierto modo, del espíritu del libro— es el siguiente:

"Prefiero morir de pie que vivir de rodillas."
Esta frase no aparece literalmente en el texto original de Mujercitas, pero Jo expresa pensamientos similares con respecto a su libertad e independencia. Una cita auténtica sería:

“Me gustaría hacer algo espléndido, heroico o maravilloso que fuera recordado después de mí. No me importaría ser pobre, ignorada o poco reconocida si solo pudiera lograr algo grandioso.”
— Jo March

Este deseo de Jo encapsula el alma de la novela: el anhelo de cada hermana de encontrar su lugar en el mundo sin perder sus valores ni su autenticidad. Alcott no impone una única visión de lo que debe ser una mujer, sino que presenta distintos caminos, todos válidos, lo que convierte a Mujercitas en una obra profundamente humana y aún vigente.

Está reseña participa en los retos 










martes, 29 de julio de 2025

Las sandalias del tiempo

Convocatoria juevera, las palabras de los viernes: Sandalias 

Aquí información y participantes 👇👇

                                  Mil y una historias




Encontré las sandalias en una vieja tienda entre dos callejones que no figuraban en ningún mapa. El cartel, medio consumido por la herrumbre, apenas susurraba un nombre ilegible. Al cruzar el umbral, un aroma a cuero añejo y salvia seca me envolvió como un conjuro.

Las sandalias, de cuero opalino y trenzas imposibles, yacían sobre un cojín de plumas de ibis. El anciano que las custodiaba tenía ojos como relojes de arena y voz de piedra pulida.
—Son para caminar entre instantes —dijo sin que yo preguntara—. No tallan camino, sino tiempo.

Me reí. Él no.

Las probé. Al cerrar la hebilla, el mundo se deshilachó como un telar viejo. Me hallé en mi infancia, en un jardín donde el viento olía a tiza mojada y madreselva. Di otro paso, y estaba en el futuro: mi reflejo era el de un anciano de blanca barba, leyendo a la sombra de un roble que aún no había nacido.

Cada zancada desataba un recuerdo o premonición. Caminé por amores que nunca viví, ciudades que aún no existen, errores que aún no he cometido. Todo estaba ahí, latiendo en las suelas. Intenté volver a la tienda. No había callejón. Ni anciano. Ni mundo como lo conocía.

Ahora, camino sin rumbo por cronopaisajes imposibles: un desierto donde llueven relojes, una biblioteca sumergida en el año 3012, una caverna donde el eco repite decisiones que aún no tomo. Las sandalias no se quitan. No se desgastan.

Y yo, sin quererlo, soy una viajera del tiempo involuntario, errante entre los dobleces del cuándo. A veces, añoro los días en que mis pasos solo me llevaban adelante, no adentro.


Continuación, por Buscador

Y fue ese sentir que no es mas que un sueño verdadero donde me encuentro conmigo misma y nadie mas. La maravilla está servida para sorprenderme en un mundo donde todo pudo ser verdad y no fue. Sin embargo, los recuerdos de antaño se mezclan a cada paso como cada lágrima y cada suspiro perdiéndome dentro de mi misma y es que, toda soy yo a todas luces cuando a cada paso me precipito o me suicido buscando la maravilla de mi corazón. Vuelo como una niña sin luces ningunas; inmadura pero con la verdad en cada suspiro o paso del pensamiento que ahora en la madurez, pongo mis pies en el suelo con estas sandalias que me invitan a lo siguiente como el gato con botas que da saltos infinitos dentro de la niña que soy. Lleno mis pulmones; oxigeno mi alma y en este momento donde la nada me lleva y me trae, todo es irrepetible como el último suspiro que lleva al sueño de lo imposible mientras tu me lees... Mi interior bulle en miles de significados; miles de caminos que se prolongan en el infinito y al final, como cada estación de tren, apareces y pasas de largo porque todos los sueños, no terminan bien...

lunes, 28 de julio de 2025

Arquitectura loca

 


Un edificio alto y esbelto con una casa flotando sobre el techo, en un estilo surrealista que combina elementos de Ernst, Magritte y Escher, con líneas y formas distorsionadas, colores vibrantes y una perspectiva imposible.

          ARQUITECTURA LOCA

Mi Soul Darck Imagination Reto

Información aquí







El gato


MARIPOSAS 
Reto de esta semana 30 de Julio en





El tema de la semana anterior era "Mariposa" en Digital Whisper 


                             "En la penumbra dulcemente silente, una joven de mirada abisal llora lágrimas que no son agua, sino espejos rotos de un dolor innombrable. Su rostro, lánguido como una flor en vísperas de otoño, se vuelve altar de melancolía, mientras un felino la observa con pasmo casi humano, como si intentara descifrar la alquimia del llanto. A poca distancia, otro gato —efigie de quietud— porta en su coronilla una mariposa incólume, símbolo viviente de la fugacidad y lo leve. Ambos, humano y animal, se hallan atrapados en una suerte de instante suspendido, donde el silencio no pesa, sino vibra; donde la ternura es un lenguaje preterido que aún susurra en lo hondo del alma."


Reto 26 de julio tema "Enjuga esas lágrimas"  Digital Whisper


Reto 26 de julio tema "Enjuga esas lágrimas"  Digital Whisper





domingo, 27 de julio de 2025

En el corazón


 

En el corazón palpitante de una urbe que jamás bosteza, se alza un cartel como un susurro desafiante al cielo gris: “Estás loca. Por suerte, sí.” Y en esa frase, de aparente desvarío, se esconde la alquimia de lo inusitado, el canto sigiloso de los espíritus libérrimos. Allí, entre el fragor de cláxones y el bullicio de pasos apurados, florece lo excéntrico como una rebelión dulcísima contra la cordura domesticada. Ser loca —dice la ciudad— no es desvarío, es epifanía; es danzar con la incoherencia de los sueños que no caben en los márgenes del deber. Porque quien delira, ama sin cálculo y respira sin permiso. Y en medio de tanto ruido, esa locura es un faro —absurdo y precioso— que alumbra lo verdaderamente vivo.

Y eso, en esta ciudad de luces incansables, es un milagro que aún se atreve a parpadear. Porque sólo en lo indómito, en lo incomprensible, se gesta la magia de existir sin manual. 


viernes, 25 de julio de 2025

El pájaro sin plumas



 Segunda participación para el reto de Ginebra, información en Serendipia


"Flor Garduño (1957) Destacada fotógrafa mexicana, reconocida por su trabajo artístico en blanco y negro que celebra la naturaleza y la vida rural de América Latina. Es apreciada por su enfoque en la belleza, la naturaleza y la espiritualidad.
Sus imágenes evocadoras y poéticas han sido ampliamente exhibidas en galerías y museos de todo el mundo".



En una estancia con techo de terciopelo y paredes de mercurio líquido, dormía una mujer sin rostro. Su piel era translúcida como la cáscara de un huevo de obsidiana, y su respiración parecía una sinfonía de relojes que chirriaban. No tenía nombre, pero cada noche soñaba que subía a la cumbre, atrapaba un pájaro y luego volvía con el pájaro a su hogar. Sus horas morían absorta en el espejo de su habitación, como si algo desde el otro lado llamara su atención.

El tiempo en esa estancia no caminaba: reptaba. Las horas se deslizaban como babosas de humo por las rendijas del suelo, mientras una lámpara invertida colgaba del suelo y emitía luz hacia abajo, iluminando el cielo. En un rincón, un gramófono reproducía el canto de una lengua muerta, y los sonidos se aferraban a las paredes como mariposas clónicas.

Una figura emergió entonces de un espejo derretido: era el pájaro sin plumas, construido con engranajes de relojería y ojos de obsidiana líquida. En lugar de alas, tenía párpados, y al parpadear, llovían retratos de manos que escribían cartas a nadie.

—He venido a devolverte tu sombra —dijo el pájaro con una voz que olía a alcanfor.

La mujer se incorporó sin moverse, como si el gesto fuese un pensamiento. Bajo su pecho palpitaba un corazón encerrado en una campana de cristal, y cada latido exhalaba vapor de biblioteca. Sus dedos eran lápices de carbón, y con ellos dibujó una puerta en el aire. La puerta gruñó, suspiró y se abrió hacia una escalera que descendía hacia el cielo.

—Mi sombra fue devorada por la lógica —respondió ella, con un aliento de heliotropo.

Juntos, descendieron por la escalera, pisando nubes de mármol y pensamientos fosilizados. A medida que bajaban, el mundo se descomponía en fragmentos de sueño: relojes rotos, peines que lloraban, y ojos flotando en frascos de formol.

En el último peldaño, hallaron un océano hecho de tinta seca. El pájaro sin plumas alzó su mirada hacia la mujer sin rostro y dijo:

—Aquí termina el sueño. Lo que sigue es el recuerdo de algo que nunca sucedió.

La mujer asintió, y se deshizo como una palabra olvidada. Solo quedó el pájaro, quieto, con sus alas, párpado, cerradas, esperando el próximo desvarío.


Detalle de Ginebra Blonde 




Nacido del grafito

 



Friday Face OFF (FFO)



El estilo y la textura con sombras suaves, degradados y líneas profundas de un dibujo hecho a grafito, ya que este material permite lograr ese contraste dramático y los detalles finos en la piel, los ojos y las sombras, que son tan importantes para dar una sensación de terror realista.


Sobre el lecho pálido del papel,

la punta del grafito despierta,

como un bisturí de sombras

rasgando la blancura del silencio.


Primero, un trazo tímido, casi humano,

una silueta que respira duda y simetría.

Pero el miedo exige asimetría,

y el pulso del artista comienza a temblar.


Surgen ojos que no parpadean,

esferas dilatadas por horrores no dichos.

La boca se retuerce en carcajada mística,

como si recordara lo que el mundo ha olvidado.


Cada línea, una cicatriz;

cada sombra, una profecía.

Y el grafito, negro como la noche que no duerme,

da vida a lo que nunca debió ser visto.


Hasta que, finalmente,

el rostro mira a su creador…

y el papel ya no es papel,

sino un umbral.




jueves, 24 de julio de 2025

Fortuna y Jacinta


 

Editorial Legare Street Press

Publicación de 2022

Idioma ‎Español

Impresión tapa dura 456 páginas

Peso del producto ‎812 g


Autor: Benito Pérez Galdós
Publicado en 1887–1888


Benito Pérez Galdós. Se le considera uno de los mejores representantes de la novela realista del siglo XIX, no solo en España, y un narrador capital en la historia de la literatura en lengua española, hasta el punto de ser propuesto por varios especialistas y estudiosos de su obra como el mayor novelista español después de Cervantes.

Sinopsis 

La novela narra la historia de dos mujeres muy diferentes, Fortunata y Jacinta, que están unidas por un mismo hombre: Juanito Santa Cruz, un joven burgués madrileño.

Jacinta es la esposa legítima de Juanito, una mujer de clase alta, refinada, pero frustrada por no poder tener hijos.

Fortunata es una joven humilde, apasionada y fuerte, que fue amante de Juanito antes de que él se casara con Jacinta. Con él tuvo un hijo, aunque su relación no prosperó.

La historia transcurre en el Madrid de finales del siglo XIX y combina drama sentimental con crítica social, explorando temas como la maternidad, la religión, la desigualdad y el papel de la mujer en la sociedad.

Opinión 

Leer Fortunata y Jacinta ha sido una experiencia intensa y profundamente enriquecedora. A pesar de ser una novela extensa, la forma en que Galdós retrata la vida madrileña del siglo XIX y, sobre todo, la complejidad emocional y social de sus personajes, me atrapó desde el principio. Es una obra que, más allá de su trama amorosa, ofrece una crítica feroz —pero muy humana— a la hipocresía social, la doble moral de la burguesía y la posición relegada de la mujer.

Lo que más me llamó la atención fue el contraste entre Fortunata y Jacinta, no como rivales tradicionales, sino como dos mujeres atrapadas por las circunstancias de un mismo sistema opresivo. Mientras Jacinta representa el ideal burgués —la esposa formal, contenida, incluso anulada por el matrimonio—, Fortunata es pura pasión y lucha, una figura trágica pero tremendamente real.

“Era un alma que tenía hambre, pero no sabía de qué.”
Me pareció una descripción perfecta de Fortunata: una mujer que busca amar, ser libre, ser madre, pero a la que constantemente se le niega todo por el simple hecho de ser pobre y no encajar en los moldes sociales.

Así como la reflexión sobre Juanito Santa Cruz:
“Aquel señorito no sabía querer; sólo sabía encapricharse.”
Con esta frase, Galdós no sólo denuncia la irresponsabilidad sentimental de Juanito, sino que retrata a toda una clase social que juega con los sentimientos de los demás porque tiene el poder de hacerlo sin consecuencias.

Lo más doloroso de la historia es ver cómo Fortunata, a pesar de sus esfuerzos por “reformarse” y adaptarse a las normas, termina siendo rechazada una y otra vez. Su final, trágico y profundamente simbólico, no es sólo la muerte de una mujer, sino la derrota de una rebeldía que no tuvo espacio para existir.

Leer este libro en pleno siglo XXI me dejó con la creencia de que seguimos ignorando las evidencias. No aprendemos de los errores.

Está reseña participa en los retos:








Esa luz de la consciencia

En el vasto tapiz de la conciencia, el pensamiento danza como un alétheia escurridizo, revelando y ocultando verdades con cada giro. No es u...