Platero y yo
Editorial Lectura
1 Edición 1914
Páginas 190
Peso del producto 390 gr.
Sinopsis
Platero y yo es una obra lírica escrita por el poeta español Juan Ramón Jiménez, publicada en 1914. La historia narra la relación entre el narrador, que es el propio autor, y su burro Platero, en un pequeño pueblo andaluz llamado Moguer.
Platero es descrito como un burro pequeño, peludo y suave, de color plateado, con ojos de cristal negro, que es tierno y dócil, pero también fuerte y alegre. A través de las breves estampas o capítulos, el autor describe momentos de la vida cotidiana, la naturaleza, los niños, y los habitantes del pueblo, con una mezcla de ternura, nostalgia y belleza poética.
Refleja temas como la inocencia, la simplicidad de la vida rural, la amistad, y el ciclo de la vida y la muerte. Aunque parece un libro infantil por la ternura que envuelve la relación entre el hombre y el animal, el trasfondo de sus reflexiones filosóficas lo convierte en una obra profunda y melancólica, cargada de simbolismo y sensibilidad.
Juan Ramón Jiménez (1881-1958) fue un destacado poeta español, ganador del Premio Nobel de Literatura en 1956. Nació en Moguer, Huelva, y es conocido por su estilo lírico, influenciado por el modernismo y su evolución hacia una poesía más pura y espiritual. Su obra más conocida es Platero y yo (1914), una serie de relatos poéticos sobre su relación con un burro llamado Platero, que captura la belleza de la naturaleza y la vida cotidiana en su pueblo natal.
A lo largo de su carrera, Jiménez pasó de la estética modernista a una búsqueda de la "poesía desnuda", despojando su lenguaje de ornamentos para expresar lo absoluto y lo eterno. Entre sus obras más importantes se encuentran Diario de un poeta recién casado (1917), que marcó un cambio hacia esta poesía más esencial, y Eternidades (1918).
Opinión
Su narrativa poética es sencilla y el argumento no es nada complejo, en él se relata la amistad entre un burro, Platero y un poeta el cual representamos en la mente como el propio autor, en su niñez. Se podría decir que su género está entre la prosa poética y la lírica. Escoge a Platero como su fiel compañero y describe su belleza y su intensa mirada, para tratar a través de una selección de historias que rescata de recuerdos del pasado temas como el dolor, la muerte, la violencia, y sobre todo se explaya con el paisaje que recorren y del pueblo de Moguer, el mismo que vio nacer al poeta en 1881, cuya descripción de los paisajes que envuelven al narrador y a su nuevo amigo pero, también, describe la gente, las actividades que se realizan en el pueblo, etcétera. Un repaso que le hará conectar con sus recuerdos. El final es totalmente inesperado. No me atrevo a hacer spoiler, porque es un clásico que he vuelto a disfrutar desde que era una niña de tan sólo trece años cuando lo leí por primera vez y su prosa me cautivó.
"Platero nos enseña el verdadero valor de la amistad que puede haber entre dos seres aunque estos no sean iguales ante los ojos de la sociedad".
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