Seguidores

miércoles, 17 de septiembre de 2025

Entre colores


                     ARLEQUÍN 

Reto de Digital Whisper


"Saltan sus patitas,

risa de algodón,

arlequín de sueños,

gatito en canción".




Entre rombos de colores danza,

figura traviesa de sueños y máscaras,

lleva en sus ojos un brillo callado,

como un secreto que nunca se acaba.


Sus pasos son ecos de risa y de llanto,

un juego de sombras pintado en el aire,

arlequín errante de gesto encantado,

teje ilusiones con hilos de carne.


No teme al silencio, lo vuelve canción,

mezcla ternura con leve ironía,

y en cada mirada, disfraz y verdad,

espejo del alma que nunca se olvida.


Oh arlequín, viajero de lo inasible,

con tu traje bordado de luces imposibles,

recuerdas al mundo, en tu andar sin razón,

que hasta en la tristeza 

palpita el color.





            PÚRPURA Y AMARILLO 

Reto del OUR MIDWEEK MUSE


En la penumbra vesperal,

el púrpura se derrama como ópalo herido,

con briznas de penumbra que rezuman

un hálito de exequias y reverberación.


El amarillo, solar y áureo,

irrumpe cual clarín de azufre,

un destello cenital que bruñe las corolas,

y disuelve la ceniza de la penuria.


Ambos colores se entrelazan,

en sinestesia de claroscuro delirante,

púrpura de quietud sepulcral,

amarillo de júbilo intempestivo.


Así la bóveda se torna quimérica,

un tapiz de cromas anfibológicos,

donde late el vaivén contradictorio

de la muerte y la aurora,

del ocaso y su resurrección.





martes, 16 de septiembre de 2025

Perder el rumbo

 

CONVOCATORIA JUEVERA 

    Fin de semana diferente

Más información en Artesanos de la palabra


Ese sábado desperté con una sensación extraña de vacío, como si la rutina me hubiera dejado sin aire. No tenía compromisos ni agendas que atender, así que, casi sin pensarlo, agarré mi bolso y caminé hasta la estación. El panel luminoso mostraba una docena de destinos, pero en lugar de elegir uno, me subí al primer autobús que abrió sus puertas.

El interior estaba medio vacío. Había un niño dormido en el regazo de su madre, un anciano que miraba por la ventana con melancolía, y una pareja que reía bajito. El motor arrancó con un rugido grave y sentí una chispa de emoción: no sabía a dónde iba, y eso lo hacía perfecto y emocionante.

Kilómetro tras kilómetro, el paisaje cambiaba. De edificios grises pasamos a campos verdes, luego a colinas onduladas que parecían mecerse con el viento. No llevaba reloj ni revisaba el teléfono; me limité a mirar cómo la vida fluía desde de la ventanilla: granjas solitarias, perros corriendo tras las ruedas, árboles inclinados sobre carreteras estrechas.

En una parada cualquiera, bajé sin pensar; me encontré en una plaza pequeña, un café con sillas de hierro forjado, olor a pan recién horneado. Pedí un café negro y una tostada, y me senté a mirar pasar a la gente del pueblo. Nadie me conocía y yo no conocía a nadie, y esa anonimidad me resultó liberadora.

Caminé por sus calles empedradas, encontré un mercado improvisado y compré un cuaderno barato donde comencé a garabatear lo que veía. No buscaba nada más que estar allí, en ese instante. Al caer la tarde, tomé otro autobús, sin preguntar cuál era su destino. La sensación era la misma: el viaje era en sí mismo el lugar.

Ese fin de semana no traje recuerdos materiales ni fotos para presumir, pero volví con algo mejor: la certeza de que, a veces, perder el rumbo es la forma más simple de encontrarse.



lunes, 15 de septiembre de 2025

Reina roja


Autor Juan Gómez Jurado 

Editorial B

Publicación 8 noviembre 2018

Edición 1

Idioma ‎Español

568 páginas

ISBN-13 978-8466664417

Peso del producto ‎839 g


Sinopsis 

Antonia Scott es especial. Muy especial.

No es policía ni criminalista. Nunca ha empuñado un arma ni llevado una placa, y, sin embargo, ha resuelto decenas de crímenes.

Pero hace un tiempo que Antonia no sale de su ático de Lavapiés. Las cosas que ha perdido le importan mucho más que las que esperan ahí fuera.

Tampoco recibe visitas. Por eso no le gusta nada, nada, cuando escucha unos pasos desconocidos subiendo las escaleras hasta el último piso.

Sea quien sea, Antonia está segura de que viene a buscarla.

Y eso le gusta aún menos.


Opinión 

Reina roja, de Juan Gómez-Jurado, es una novela con una narrativa atrayente, que ha conseguido atrapar a una gran cantidad de lectores gracias a su ritmo vertiginoso y a la construcción de una protagonista muy poco convencional. Antonia Scott, con su mente brillante y atormentada, rompe con los estereotipos del género y se convierte en un personaje magnético que genera tanta admiración como empatía.

Uno de los grandes aciertos del libro es la forma en que combina acción trepidante con humor y diálogos ágiles, lo que hace que la lectura sea ligera y adictiva sin perder tensión. Además, el contraste entre Antonia y Jon Gutiérrez —el policía bonachón y algo torpe— enriquece la trama y ofrece un equilibrio entre lo oscuro y lo humano.

Ese estilo es lo que lo hace tan accesible y atractivo para un público amplio, que seguramente la mayoría de personas que lo hayan leído disfrutaron cómo el libro combina tensión, misterio y humor en los diálogos como disfruté yo.

La verdad es que Reina roja me enganchó desde el principio. Me sorprendió lo rápido que se lee, con frases cortas y un ritmo que no te deja levantar la vista de las páginas. Igualmente, Antonia Scott me pareció un personaje fascinante: brillante, compleja y con un punto oscuro que la hace muy distinta a otras protagonistas de thrillers. Y Jon Gutiérrez, con su carácter más humano y torpe, me cayó muy bien porque equilibra toda la intensidad de la historia.


Está reseña participa en los retos:




domingo, 14 de septiembre de 2025

Una bóveda infinita

 

La noche se abrió como un velo, y Galileo, con su ojo prestado de cristal, atravesó la penumbra del cielo. Allí donde otros veían misterio, él descubrió huellas: la luna herida por cráteres, montañas alzadas en su silencio de plata, mares oscuros que respiraban soledad.

El firmamento dejó de ser un techo perfecto y se volvió un río vivo. Júpiter, con sus pequeñas luces danzantes, le mostró que la Tierra no era trono sino viajera, una isla más en la vastedad sin orillas. Y el cosmos, inmenso y sereno, le susurró: la verdad no se curva ante los hombres, sólo ante la eternidad.

Lo llamaron hereje, quisieron apagar su mirada. Pero ni muros ni sentencias pudieron contener el fulgor que había visto. Preso en su casa, Galileo era libre en el cielo. Cada noche cerraba los ojos y, en la memoria de las estrellas, navegaba sin cadenas oyendo cantar al universo.



Ilustración elaborada por Galileo sobre las fases lunares

Galileo Galilei, astrónomo, ingeniero, matemático y físico italiano. Revolucionó la ciencia mediante sus aportes a la astronomía y la física, destacando por mejorar el telescopio para realizar observaciones que confirmaron el heliocentrismo, y establecer el método experimental, la ley de la inercia y los principios de la caída de los cuerpos. 

Sus descubrimientos, que incluyeron las lunas de Júpiter y los cráteres lunares, lo enfrentaron a la Iglesia Católica. Galileo defendió el heliocentrismo en una época dominada por el geocentrismo y las enseñanzas de la Iglesia. En 1633, fue obligado por la inquisición a renunciar de sus teorías, y a retractarse públicamente, siendo sentenciado a un arresto domiciliario.


Predicciones sobre la observación de Venus

Argumento de las mareas


A través de sus observaciones, confirmó la teoría copernicana, que establece que la Tierra y los planetas giran alrededor del Sol, y no al revés. 

Observó y documentó los cráteres de la Luna, las cuatro lunas de Júpiter (Ío, Europa, Ganímedes y Calixto), y las fases de Venus, demostrando que éste gira alrededor del Sol. 

Estableció las leyes de la caída de los cuerpos, demostrando que los cuerpos caen con la misma aceleración en el vacío. 

Definió la ley de la inercia y la composición de las fuerzas, sentando las bases de la mecánica clásica. 

Frases de Galilei: 

"Mide lo que sea medible, y haz medible lo que no lo sea"...

"No puedes enseñar nada a un hombre, pero puedes ayudarle a descubrirlo por sí mismo"...

"Y sin embargo, se mueve...".

"El impulso del cuerpo primero no desaparece, sino que pasa al segundo."

«La ciencia procede más por lo que ha aprendido a ignorar que por lo que tiene en cuenta».

Galileo encarnó dos clases de impulso:

El físico, que explica cómo un cuerpo en movimiento conserva su estado mientras nada lo frene.

Y el humano, que explica cómo el conocimiento solo avanza cuando alguien se atreve a desafiar la inercia de las ideas establecidas.

Este post participa en la convocatoria de septiembre de Café Hypatia

 #PVimpulso




viernes, 12 de septiembre de 2025

En la melancolía


 Aquí os muestro la pintura al óleo que hice a mi hija.

Para el Friday Face OFF


Dibujos al carboncillo: la vida


                      SECUENCIAS 


La melancolía camina descalza,

silenciosa, como un largo quejido,

que con manos de bruma acaricia los días,

y enciende la memoria en pequeños suspiros.

Es un río sin cauce que nunca descansa,

un espejo empañado que guarda rostros,

un perfume de otoño en los párpados,

una grieta de luz en los ojos rotos.

No grita, apenas respira en secreto,

se sienta a la mesa como un huésped mudo,

y en cada palabra que calla la boca

deja un sabor de distancia y de humo.

Pero en su tristeza hay un hilo dorado,

un resplandor que arde sin pausa ni prisa:

la certeza de que todo lo amado

vive, aunque duela, dentro de la herida.



jueves, 11 de septiembre de 2025

La musa







 Reto OUR MIDWEEK MUSE 

      CAMBIO DE IMAGEN DE MONA



La Gioconda


En un susurro eterno de pincel y de misterio,

reposas, dama enigma, en lienzo centenario.

Tus labios, media luna de secreto presagio,

son risa detenida, silencio necesario.


Tus ojos, dos espejos de un paisaje lejano,

abrigan la penumbra de un sueño milenario.

Pareces guardiana de un tiempo olvidado,

un eco que palpita en el alma del cuadro.


Tu calma es tormenta que nadie descifra,

tu rostro, un poema que el genio esculpía.

Entre luces y sombras, Leonardo te alzó,

y el mundo en tu mirada se eternizó.


Oh Gioconda, sonrisa velada,

eres pregunta jamás contestada.

Sigues viva en la duda, en la piel de la historia,

retrato de un alma que roza la gloria.




Hasta luego vecina. Me voy a recorrer mundo


 

Autor Ricardo Hartasanchez 

Editorial Independently published

Fecha de publicación 31 agosto 2025

Idioma ‎Español

Longitud de impresión 133 páginas

ISBN-13 979-8297023710

Peso del producto ‎259 gr


Sinopsis 

¿Quién soy yo para escribir esto?

Me llamo Pedrito. Nací hace más de seis décadas, viví como pude, trabajé más de lo que quise y aprendí menos de lo que necesitaba. Pero luego, con el culo plano de tanto sofá y el alma llena de “y si...”, decidí probar. No a lo loco. Pero sí con decisión.

Hoy no tengo un domicilio fijo, pero tengo una historia. No tengo pensiones altas, pero tengo anécdotas que no caben en este libro. No tengo certezas, pero tengo mapas arrugados y gente que me hizo sentir en casa a miles de kilómetros de ella.

Y si yo, que no sabía usar WhatsApp sin enfadarme, logré cruzar medio país en una furgoneta vieja y terminar bailando vallenato con una desconocida en Pereira… tú puedes hacer lo que sea.

❝Nunca es tarde para cambiar de marcha... ni de vida.❞

Pedrito no es influencer, ni gurú, ni mochilero. Es un jubilado con un Renault de 2008, muchas dudas, y un día en el que dijo: “basta, me largo”.

Con más valentía que plan, camperizó su coche con herramientas prestadas y pegamento barato. Así comenzó su viaje por los pueblos de España, las gasolineras sin papel higiénico y una inesperada ruta hasta Colombia, todo narrado con mucho humor, ternura y sarcasmo.


Opinión 

Ricardo Hartasánchez logra, con su habitual frescura y sentido del humor, convertir una simple despedida de vecindario en una declaración de intenciones: la vida es demasiado corta para no lanzarse a la aventura. En este libro combina anécdotas de viaje, reflexiones personales y un toque irónico que hace que cada capítulo se lea con una sonrisa.

Lo que más engancha es su tono cercano, casi coloquial, como si el propio autor te estuviera contando sus peripecias desde la mesa de un bar o en la escalera de vecinos. Esa mezcla de ligereza y profundidad convierte la lectura en una experiencia amena, pero también inspiradora. Más allá de los paisajes que describe, lo que transmite es el valor de soltar amarras, de aprender a despedirse y de vivir con curiosidad constante.

En resumen, "Hasta luego vecina, me voy a recorrer mundo" es un libro que invita a replantearse la rutina y a mirar la vida con más ganas de aventura. Ideal para quienes buscan motivación para dar un giro a su camino, o simplemente desean disfrutar de un relato viajero contado con chispa y autenticidad.



martes, 9 de septiembre de 2025

Un minuto puede ser vital


Convocatoria Voluntarios. Héroes anónimos

Más información de la propuesta juevera en el blog de nuestra compañera y amiga Campirela



Cada tarde, dedicaba su tiempo a la ONG de ayuda alimentaria del barrio. Repartía víveres, escuchaba historias y ofrecía esperanza. Era un trabajo duro, ver el rostro de las familias, su tristeza, su necesidad, le tocaba el corazón y siempre que podía compraba fruta para añadir al lote que las familias recibían. Esa tarde, tras terminar la jornada, tomó el camino habitual hacia su casa. El sol caía y el aire era tranquilo, hasta que un grito desgarrador rompió el silencio.

Se detuvo en seco. Provenía del terraplén cercano a la explanada. Corrió y, al asomarse, vio la escena: un niño de ocho años yacía inmóvil al fondo de la pendiente. A su lado, su madre, con el rostro pálido, intentaba moverse sin éxito.

Ella no dudó. Se deslizó por la pendiente, arañándose las manos en la tierra hasta llegar a ellos. El niño no respiraba. Con el corazón acelerado, llamó a emergencias mientras indicaba la ubicación. Luego, siguiendo su instinto y lo aprendido en los cursos de ayuda, comenzó la reanimación: aire en los pulmones, presión rítmica en el pecho.

“¡Rápido, envíen la ambulancia!”, gritaba al teléfono. La madre, en estado de shock, con el brazo y la pierna rotos, la miraba con los ojos desorbitados, incapaz de hablar.

Pasaron minutos eternos hasta que el niño tosió y respiró de nuevo. Lo abrazó con fuerza, sintiendo su pequeño corazón retomar el ritmo. A lo lejos, la sirena de la ambulancia se acercaba.

“Tranquila, ya vienen”, dijo a la madre mientras mantenía al niño en su regazo. La tierra fría bajo sus rodillas no le importaba; solo saber que el pequeño recibía calor con su cuerpo.

Días después, en la fila de la ONG, el padre del niño se acercó a ella. Sus ojos brillaban de emoción. “Si no hubiera sido por usted, señorita Marta, mi hijo habría quedado con secuelas… o peor. Es usted una heroína. Marta se sonrojó. No buscaba reconocimiento. Ella, solo había hecho lo que debía: ofrecer su ayuda, cuando alguien, más la necesitaba.




domingo, 7 de septiembre de 2025

Herencia de pétalos


 Reto Escribir jugando


La tormenta cesó de golpe. Entre el barro, alguien había trazado la runa Othila con ramas secas. Lena la siguió hasta el centro del campo, donde una única Lotus Magnolia resistía, intacta.
Al tocarla, el viento trajo sus voces: su linaje, sus nombres, sus pérdidas.
Comprendió entonces que no estaba sola. La runa comenzó a deshacerse, pero la flor quedó en su mano, cálida, viva. De pronto, el horizonte parecía menos lejano. El hogar no era un lugar: era la memoria floreciendo en ella.


Entre mariposas






Crea tu propio fondo 



 Danzando en Amarillo


En el oro gastado del tiempo,

vuelan las alas lilas del recuerdo.

Sus sombras rozan el aire tibio,

como suspiros que se niegan a partir.


Cada mariposa es un instante,

un sentimiento que vuelve a latir,

y se posa en el silencio,

que lo vuelve a compartir.


El fondo arde en un sol tranquilo,

como si el verano nunca se hubiera ido.

Y entre el polvo de los días pasados,

danzan, en un segundo eterno.







sábado, 6 de septiembre de 2025

El nacimiento






Dibujo al carboncillo por fases para el reto Friday Face OFF


Primero aparece como un soplo de ideas que surgen en la mente: la hoja blanca respira, espera y el carboncillo baila entre mis dedos, tanteando la silueta, como si midiera el tiempo.

Despierta el rostro en el papel y surgen las curvas tímidas de las cejas: es el amanecer de un gesto.

Los ojos aparecen de golpe, gemelos de luz, en la adolescencia, que abre un mundo de movimientos.

La nariz es una nota breve, apenas una pausa en el asombro que acaricia mis dedos.

La boca llega, indecisa, y el cabello, pero dudo: ¿sonrío, recuerdo, callo?

Cuando termino, el papel guarda silencio, pero la muchacha me mira.

Ha nacido, y siento que ella también me dibuja a mí.

viernes, 5 de septiembre de 2025

El poder de la música


                      BAILARINES


Esta semana en Our Midweek Muse


El humo de la sala se enrosca como un suspiro, y la música, deshace la penumbra con notas que parecen cuchillas dulces. Allí, en la pista de baile, los cuerpos son uno: un torbellino de tensión y entrega.

Ellos las sostienen como si el mundo pudiera desplomarse de un instante a otro y solo su brazo fuera capaz de detenerlo. Ellas, en un gesto sin desafío al mismo tiempo, atrapan sus pasos entre las notas cálidas del piano, el violín, la guitarra, el acordeón, cuyos acordes, parecen llevarles hacia un abismo invisible.

Cada movimiento es un latido. Cada giro, un incendio. Los músicos, sombras en la penumbra, son dioses menores que invocaban ese instante, sosteniéndolo en el aire. Las notas musicales parecen cómplices, de una historia que no necesita palabras: solo pasos, y el roce eléctrico de dos almas que se reconocen en la danza.

Cuando la música se detiene, no hay aplauso. Solo el silencio pesado, reverente, como si los presentes temieran romper el hechizo. Pero en el aire queda flotando algo —una mezcla de sudor, y pasión— que no se disipará nunca.




El bosque de los cuatro vientos

 


Autora María Oruña 

Editorial Ediciones Destino

Idioma Castellano

Número de páginas 424

Encuadernación Tapa dura

Año de edición 2020

Colección Áncora&delfín

Peso 546 gr

Sinopsis 

A comienzos del siglo XIX, el doctor Vallejo viaja de Valladolid a Galicia junto con Marina, su joven hija, para servir como médico en un poderoso monasterio de Ourense. Allí descubrirán un mundo y unas costumbres muy particulares y vivirán la caída de la Iglesia y el fin definitivo del Antiguo Régimen. Marina, interesada en la medicina y la botánica pero sin permiso para estudiar, luchará contra las convenciones sociales que su época le impone sobre el saber, el amor y la libertad y se verá inmersa en una aventura que guardará un secreto de más de mil años.

En nuestros días, Jon Bécquer, un inusual antropólogo que trabaja localizando piezas históricas perdidas, investiga una leyenda. Nada más comenzar sus indagaciones, en la huerta del antiguo monasterio aparece el cadáver de un hombre vestido con un hábito benedictino propio del XIX. Este hecho hará que Bécquer se interne en los bosques de Galicia buscando respuestas y descendiendo por los sorprendentes escalones del tiempo.

Una apasionante intriga sobre una mujer que en la Galicia de 1830 se enfrenta a las convenciones de su tiempo y cuya figura trasciende hasta nuestros días.


Opinión 

La novela transcurre entre dos tiempos: el Galicia de 1830 y la contemporaneidad, un recurso narrativo que Oruña maneja con gran destreza. La ambientación histórica es sumamente evocadora: los bosques gallegos, las azules aguas del Miño, la arquitectura del monasterio de Santo Estevo… todo ello construye un escenario cargado de belleza y misterio. El entorno no solo decora la trama, sino que se convierte en protagonista. 

Marina, apasionada por la botánica y la medicina, rompe con las limitaciones de su época y representa la determinación de las mujeres adelantadas a su tiempo. Jon Bécquer, antropólogo con sensibilidad, agrega el contrapunto ideal: un puente desde el presente hasta los ecos del pasado. 

La narrativa alterna capítulos históricos con capítulos actuales de modo fluido, sin que ninguna línea cronológica eclipse a la otra. Esto facilita una inmersión completa y mantiene el ritmo entretenido y equilibrado. 

Más allá del suspense —que no falta—, la novela es reflexión sobre el patrimonio cultural y su pérdida; un clamor por valorar y preservar la memoria colectiva. Oruña introduce apropiadamente las tensiones sociales de su época: la desamortización, la caída del Antiguo Régimen y la lucha por el acceso al conocimiento femenino. 

Algunas de las citas más memorables muestran tanto la belleza literaria como la profundidad filosófica de la novela:

“Jon sintió como si una niebla invisible llena de nostalgia se le colase dentro, y comprendió qué era la morriña de la que hablaban los gallegos…” 

“Todos estamos a merced de los vientos y todos llegamos a ser lo que somos según nos atrevamos o no a caminar contra ellos.” 

"Cuando el viento amaina, lo apropiado es fortalecerse para prevenir nuevas tempestades."

“No podía saber que cada uno de aquellos vientos eran los precipicios, las crueldades y los soplos de fortuna de cada época… Todos estamos a merced de los vientos y llegamos a ser lo que somos según nos atrevamos o no a caminar contra ellos.” 

Es una novela cautivadora para quienes disfrutan de historias históricas con trasfondo feminista, misterio e intriga. La ambientación gallega y la prosa evocadora elevan la experiencia literaria.

Está reseña participa en los retos:





miércoles, 3 de septiembre de 2025

¿Qué sentido tiene vivir?


Microrrelato inspirado en la obra EL SUICIDIO 1880 Édouard Manet 



MICRORRETO: EL ARTE Y LA LITERATURA

Más información en El tintero de oro


Ser capaz de recordar todas las horas de tormenta que mi soledad y abandono crearon como un claro espejismo en mi mente, hizo que me sintiera como una abeja que está sola en el panal, cuyo sentimiento no es más que una hoja que cae de un árbol en otoño; algo que el viento desplaza. 

Me encontré abducido por una vida que repugnaba con un síndrome de locura y el infierno real que me rodeaba. Mis esfuerzos no lograron quitar de mi mente la pistola que aguardaba en un cajón. Quizás la muerte era la única solución a una vida bipolar de inseguridad; de alguna forma ya estaba muerto.

Comprendí que la vida me había cegado, dotándome de una identidad que no me correspondía, sin poder erradicar mi sufrimiento. Eché de menos recordar una historia a la luz de una hoguera bajo un manto de estrellas. Contemplé esa rigurosa impotencia y la convertí en el centro de mi dolor. ¿Qué sentido tenía apelar al tiempo? Si algo podía ser contado, también podría ser transformado. De esta manera, con las palabras entre las sombras de mi habitación, describí mis últimos pensamientos.

"El hombre de expresión agónica y pesar en el corazón se despide para siempre". Cogí el arma que esperaba en el cajón del escritorio. Sentado sobre la cama, acerqué el arma al pecho, y disparé... Mi alma se elevó y miró feliz el despojo humano con el pecho cubierto de sangre que yacía inerte sobre la cama.




martes, 2 de septiembre de 2025

Dorothy






¡¡¡NOS VAMOS A VER AL MAGO!!!




Dorothy estaba en su casa, un espacio pequeño y austero, donde los retratos de sus ancestros colgaban como guardianes silenciosos en las paredes. El aire era quieto, el color sepia de la habitación parecía pesar sobre sus hombros. En sus manos sostenía una canasta vacía, y a su lado, Toto, inquieto, rascaba la puerta como si adivinara que más allá había algo imposible de ignorar.

Con un gesto temeroso, Dorothy abrió aquella puerta. No era la salida común hacia el patio, ni el simple umbral que daba a otro cuarto: lo que se desplegaba frente a sus ojos era un mundo entero, vibrante y extraño, un estallido de color que se oponía al gris de su rutina.

Ante ella se alzaba un sendero dorado, un bosque verde intenso y, a lo lejos, una ciudad resplandeciente. Figuras fantásticas la aguardaban: un espantapájaros de sonrisa sincera, un hombre de hojalata de mirada nostálgica, un león que ocultaba su temblor bajo la piel de fiera. Más allá, la bondad se reflejaba en la luz de una dama coronada, y la oscuridad acechaba en la silueta de una bruja de ojos filosos.

Dorothy no dio un paso todavía; se quedó en el umbral, con el corazón dividido entre la seguridad de lo conocido y la fascinación de lo inesperado. Era como si la vida le mostrara dos caminos: quedarse en la monotonía del hogar o atreverse a cruzar hacia lo imposible, donde cada encuentro sería una promesa de aventura, amistad y prueba de valor.

Toto ladró, ansioso, como si la decisión estuviera ya tomada. Dorothy respiró hondo y comprendió que ese mundo no la estaba llamando por azar: era ella quien había estado esperándolo todo el tiempo. Y con un pie aún en la penumbra de Kansas y otro en el resplandor de Oz, comenzó el relato de un viaje que la transformaría para siempre.





Entre colores

                      ARLEQUÍN   Reto de  Digital Whisper "Saltan sus patitas, risa de algodón, arlequín de sueños, gatito en canción...